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Un mundo post pandemia
- lectura 4 minutos - 837 palabrasEn la novela de ciencia ficción “El Sol Desnudo”, escrita por Isaac Asimov en 1957, se describe el mundo de Solaria, una colonia terrestre del siglo 47, en que las personas viven solos y aislados unos de otros.
Cada habitante de este planeta ocupa vastos espacios de terreno, sin contacto directo con otros seres humanos. Cada cidudadno de Solaria cuenta con el apoyo de miles de robots que se encargan desde las labores domésticas hasta la explotación de los campos.
Los habitantes de Solaria son sociopatas, no aceptan el contacto con otros humanos, y toda interacción la realizan en forma remota, usando tecnología de altamente avanzada, como teleconferencias holográficas.
Este comportamiento es producto de la evolución de una sociedad aristocrática, de reducidos habitantes con un alto grado de avance tecnológico, que les permite exportar su tecnología robótica a otros mundos.
“El planeta Solaria fue inicialmente un sitio de recreación y descanso de los más ricos del planeta Nexon, quienes decidieron luego independizarse. Los habitantes de Solaria, limitados a un máximo de 20.000, encomendaron prácticamente todas las tareas a eficientes robots positrónicos. La fabricación de estos robots es una reconocida especialidad de los solarianos y cada uno de ellos tiene a su servicio unos 10.000. La evolución cultural de los solarianos, que los llevó a vivir solos y aislados en sus enormes solares y comunicarse con otros casi exclusivamente por medios electrónicos (audio e imágenes tridimensionales), les generó pavor al contacto directo entre personas.” – Sol Desnudo, Wikipedia
La novela anticipa muchas tecnologías de comunicación que ya tenemos disponibles hoy en día.
No nos costaría mucho avanzar a ser como Solaria. Aislarnos unos de otros, y seguir trabajando de manera remota. Quizás una crisis como la “Pandemia de Corona Virus” sea el impulso a una nueva era en la interacción humana.
El miedo a que la próxima pandemia sea peor nos empujará a que aceptemos
como natural y necesario el trabajar lejos unos de otros.
El trabajo remoto será la norma,
no la excepción. Y no sólo se afectará nuestra forma de trabajar.
Nuestras actividades sociales serán reducidas.
Cambiaremos la forma de saludarnos. Es probable que desarrollemos tecnología
de escaneo y desinfección rápida en las puertas de nuestras casas, por ejemplo.
Por otro lado ya no necesitamos ir al supermercado, o a una farmacia, a comprar. Tenemos Apps que nos permiten ordenar el despacho de esos productos a la hora y lugar de nuestra conveniencia. Lo malo es que esto requiere trasladar objetos que podrían estar contaminados, igual que la persona que los transporta.
¿Podrá ese temor aumentar el desarrollo de tecnologías de transporte automatizado? Quizás se construyan vehículos autónomos que contengan cámaras de autosellado que esterilicen los artículos transportados.
Súmemos a todo esto el temor de las clases privilegiadas a los estallidos sociales y manifestaciones que son cada vez más frecuentes en todo el mundo.
Quizás nos acerquemos a lo que se propone en la película de ciencia ficción Surrogates, de 2009, protagonizada por Bruce Willis, donde la gente no sale de sus casas y se conecta en forma remota a sustitutos biológicos que son los que se exponen a los peligros del mundo exterior.
¿Llegará a tanto el temor que alteremos nuestras costumbres y desarrollemos todas estas tecnologías?
Ya ha pasado antes.
Para las pestes medievales se desarrollaron máscaras especiales y vestimentas que apuntaban a reducir la contaminación. Puede que ocurra lo mismo hoy.
En oriente las formas de saludar evitan el contacto físico, esto tiene su origen en evitar la propagación de enfermedades por el contacto físico.
Así que sí, es evidente que cambiaremos hábitos, costumbres y formas de interactuar entre nosotros.
Y quizás eso sea bueno.
Observen esta imagen de Wuhan:
Se observa en esa imagen la cantidad de contaminantes en la atmósfera, sobre la ciudad Wuhan, en 2019 versus la observada durante la actual crisis de Corona Virus de 2020.
Y este tweet
New data from @CopernicusEU #Sentinel5P reveal decline of air pollution, specifically NO2 emissions, over Italy. This reduction is particularly visible in northern Italy which coincides with its nationwide lockdown to prevent spread of the #coronavirus 👉https://t.co/4BQX4vD6P3 pic.twitter.com/7SDN8XB2vH
— ESA (@esa) March 13, 2020
Las imágenes que nos muestra los satélites nos permiten apreciar que producto del aislamiento y las medidas de cuarentena tomadas para evitar la propagación del Corona Virus, los niveles de polución han disminuido tanto en Italia y China, casi a nivel cero.
Esta pandemia puede ser una buena noticia para nuestro medio ambiente. A lo mejor esto haga reflexionar a las autoridades mundiales, esperemos que se den cuenta de esto e impulsen la adopción del tele trabajo, y bajar el uso del auto y medios de transporte contaminantes.
Quizás sea bueno que se suspendan miles de viajes en avión y sean reemplazados por teleconferencias. De paso podremos mejorar la tecnología de comunicaciones y tener al fin comunicaciones tridimensionales de bajo costo.
Sin embargo, espero que no lleguemos a los extremos de los habitantes de Solaria, porque el contacto humano siempre será necesario.
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