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Neil Peart
- lectura 4 minutos - 721 palabrasAnd the men who hold high places
Must be the ones who startTo mold a new reality, Closer to the heart
Estoy triste Neil, triste por tu partida. Pero estoy triste por muchas cosas más. ¡Ah, si te contara!…
Siempre has representado para mi a la excelencia. La pasión por hacer bien lo que sabes hacer bien.
No sólo eras un gran baterista, sino que un gran escritor, con algo de poeta, y un corazón enorme, aunque huraño.
Eras el epítome de la racionalidad, se te veía como frio, distante, insensible.
Enfocado, duro, concentrado, hábil, energético.
Pero no eras obstuso, aunque tus ideas filosóficas y políticas variaron con la edad y la experiencia, la esencia, la dirección, era más o menos la misma.
Valorabas tu arte, criticabas a la industria que insistía en mercantilizar tu obra.
Recuerdo cuando leí tu libro Ghost Rider: Travels on the Healing Road y me conmovió la triste historia de como perdiste a tu familia en menos de un año. Primero tu joven hija Selena, de 19 años, en agosto de 1997 y después tu esposa, Jacqueline, que contrae un cancer que le quita la vida en junio de 1998. Fue devastador, y decides dejar el rock, la fama, hablas con tus amigos Geddy y Alex, tomas tu motocicleta y recorres largas distancias buscando el alivio a tanto dolor.
Admiré tu resiliencia en ese momento. Esa voluntad de salir adelante a pesar de toda la adversidad. Finalmente encontraste a Carrie, y reconstruiste tu corazón.
Y volviste al rock, y tus amigos habían cambiado también, y nos trajeron Vapor Trails.
Todo en ese álbum es nuevo, una actitud distinta, un sonido más crudo incluso. Con letras que reflejan tu crecimiento personal.
Quizás te admiro porque veo paralelos en mi vida, quizás te admiro porque quiero ser como tú. Experto en mi área, pero con la libertad de soñar, escribir, reflexionar y filosofar un poco. Porque mi arte, que es a lo que me dedico finalmente, refleje más que la obra terminada que se entrega. Es el sello de tu personalidad.
El arte de Rush proviene de tres fuentes diversas. De tres hombres con personalidades muy distintas. Con visiones diferentes de la vida. Pero que se encontraron y compartieron valores comunes y un sentido de prolijidad, dedicación y profesionalismo en lo que hacían.
Ese trio ya no estará más. El universo perdió una conjunción de talento como pocas veces se ha visto.
Pero es ese talento, esa entrega la mayor lección que yo recibo de tí.
Talento no es suficiente, se requiere disciplina y excelencia en todo lo que haces.
Tú, mi querido Neal, eras un ejemplo perfecto de eso.
Otra cosa que admiro de ti y tus compañero de Rush, es que siempre estuvieron al día.
Si en los ochenta había que usar sintetizadores y baterías electrónicas las usaron, pero las adaptaron a su estilo.
Siempre tenían orejas a las tendencias, a las influencias, ritmos y melodías de cada década.
Todo el rock de estos últimos cincuenta años está reflejado en la obra de Rush.
Porque Rush recoge del rock el material, y lo devuelve aún más renovado.
Eso es algo que debemos aprender de tí, que tuviste la capacidad para estar siempre aprendiendo.
Eras el mejor baterista del mundo, y aún así tuviste la humildad de tomar clases con Freddie Gruber. Querías rendir tributo a Buddy Rich, pero notaste que tus habilidades no eran suficientes para el Swing. Encontraste tu Yoda, que te enseño a bailar, te hizo cambiar hasta los zapatos. Y fuiste obediente, sencillo, disciplinado otra vez, y aprendiste y re inventaste tu estilo.
Todas esas cosas que tú hiciste las he imitado, conciente o inconscientemente.
Al igual que tú, me he equivocado, he fallado, me he caido, y lo sigo haciendo. Pero aún sigo acá. Me paro y busco mis pequeñas victorias, día a día, esas son las que me recomponen.
Te extrañaré Neil, sigo viendo tus videos, tus entrevistas, y leyendo tus libros y blogs.
Siempre seguiré escuchando la música de Rush, tu ejemplo me ayuda en momentos dificiles.
Gracias por todo lo que me diste.
Celebrate the moment As it turns into one more
Another chance at victory Another chance to score
The measure of the moment Is a difference of degree
Just one little victory A spirit breaking free…
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