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Samhain
- lectura 2 minutos - 282 palabrasCuando vivía en Chuquicamata, durante mi niñez y adolescencia, había una costumbre, que se celebraba durante la noche del 31 de diciembre, la quema de un muñeco que representaba al año viejo. Los españoles tienen la costumbre de Las Fallas de Valencia, donde se queman unos enormes muñecos.
Recuerdo que siendo muy chico mi padre me llevó a presenciar la visita de un muñeco gigantesco que visitó Chuquicamata, al parecer era una figura usada en un clásico universitario.
Hace unos años vivimos dos veces la visita de la pequeña gigante, si usted no se emocionó viendo a la gigante recorriendo las calles de Santiago, no va a entender nada de este post.
En mi casa este año tenemos también la visita de un muñeco gigante, se trata de Jack Skellington, el principe de Halloween, el personaje central de la maravillosa película de Tim Burton, The Nighmare before Christmas (“El extraño mundo de Jack”). (No se preocupen, no lo vamos a quemar).
Es la maravilla de estar casado con una mujer de un amor infinito, y un talento enorme.
¿Qué más puede pedir un ñoño para ser feliz? 😊
Por cierto, este muñeco es sólo uno de los muchos visitantes de mi casa durante este día. Acá celebramos Halloween, en realidad celebramos el Samhain, y no nos importa lo que piensen o digan otros, lo importante es la alegría, la maravilla de volver a ser niños y sobretodo comer dulces 😄.
Hay gente a las que no les gusta esto, a ellos ya les respondí hace un año.
Ahora tengo que ir a mi jardìn, porque parece que ocurrió un accidente.
¡Ah!, ¡feliz Samhain!.
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